domingo, 8 de noviembre de 2009

El problema

Cierto día en un monasterio budista tibetano, encontraron muerto a uno de sus guardianes y fue preciso encontrar un sustituto. El Gran Maestro convocó a todos los discípulos para determinar quien sería el nuevo centinela.

El Maestro, con mucha tranquilidad y calma, colocó una magnífica mesita en el centro de la enorme sala en la que estaban reunidos y encima de ésta, colocó un jarrón de porcelana muy raro, y en él, una rosa amarilla de extraordinaria belleza y dijo: "Aquí está el problema. Asumirá el puesto el primer monje que lo resuelva”.

Todos quedaron asombrados mirando aquella escena: un jarrón de gran valor y belleza, con una maravillosa flor en el centro.
¿Qué representaría?, ¿Qué hacer?, ¿Cuál es el enigma?  En ese instante, uno de los discípulos sacó una espada, miró al Gran Maestro, y a todos sus compañeros, se dirigió al centro de la sala y ... ¡¡ZAZ!! Destruyó todo de un sólo golpe.

Tan pronto el discípulo retornó a su lugar, el Gran Maestro dijo: - "Usted será el nuevo Guardián del Monasterio".
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No importa cuál sea el problema. Ni que sea algo lindísimo. Si es un problema, precisa ser eliminado, un problema es un problema, no importa que se trate de una mujer sensacional , o de un hombre guapo y maravilloso o de un gran amor que se acabó, por más hermoso que sea o haya sido, si no existiera más sentido para ella en tu vida, tiene que ser suprimida.

Muchas personas cargan la vida entera el peso de cosas que fueron importantes en el pasado y que hoy solamente ocupan un espacio inútil en sus corazones y mentes, espacio que es indispensable para recrear la vida.

Reza un refrán chino "Para que tú puedas beber vino en una copa que se encuentra llena de Té, es necesario primero tirar el té,  y entonces podrás servir y beber el vino."

Limpia tu vida, comienza por las gavetas, armarios, hasta llegar a las personas del pasado que no tienen más sentido y que están ocupando espacio en tu corazón.

El pasado sirve como lección, como experiencia, como referencia, sirve para ser recordado, no revivido. Usa las experiencias del pasado en el presente, para construir tu futuro. ¡Necesariamente en ese orden!

lunes, 7 de septiembre de 2009

Ahorrando vida

Nos acostumbramos a vivir en departamentos y a no tener otra vista que no sea las ventanas de alrededor, y porque no se tiene vista, luego nos acostumbramos a no mirar para afuera, y porque no miramos para afuera, luego nos acostumbramos  a no abrir del todo las cortinas,  y porque no abrimos del todo las cortinas, luego nos acostumbramos a encender más temprano la luz.  Y a medida que nos acostumbramos a ello, olvidamos el sol, olvidamos el aire, olvidamos la amplitud...

Nos acostumbramos a despertar  sobresaltados porque se nos hizo tarde, a tomarnos el café corriendo  porque estamos atrasados, nos acostumbramos a no mirar para afuera, a leer el diario en el autobús  porque no podemos perder tiempo,  a comer un sándwich porque no da  tiempo para almorzar, a salir del trabajo ya de noche, a dormir en el autobús porque estamos cansados, a cenar rápido y dormir pesados sin haber vivido el día.

Nos acostumbramos a pensar que las personas cercanas a nosotros estarán siempre ahí y a creer que están bien, sin preocuparnos por averiguarlo,  a esperar el día entero  y finalmente oír en el teléfono: Es que hoy no puedo ir…  A ver cuándo nos vemos…  La semana que viene nos reunimos… A sonreír a las personas sin recibir una sonrisa de vuelta, a ser ignorados cuando precisábamos tanto ser vistos.  Si el cine está lleno nos acostumbramos y nos conformamos con sentarnos en la primera fila aunque tengamos que torcer un poco el cuello.

Y si el fin de semana no hay mucho que hacer, o andamos cortos de dinero,  nos vamos a dormir temprano y listo, porque siempre tenemos sueño atrasado.  Nos acostumbramos a ahorrar vida...  Que, de a poco, igual se gasta  y que una vez gastada, por estar acostumbrados ¡NOS PERDIMOS DE VIVIR!

Existe un dicho: "La muerte está tan segura de su victoria, que nos da toda una vida de ventaja"; El tiempo no se puede atrapar, mucho menos almacenar, nuestra existencia transcurre a gran velocidad, pero mientras tengamos vida, tenemos la oportunidad de cambiar nuestros hábitos, de tener una mejor calidad de existencia, de aprovechar y disfrutar cada respiro, cada latido de nuestro corazón.  No trasformemos nuestra vida en una rutina inútil que nos haga infelices.  Dios pone a nuestra disposición todos los elementos para ser seres felices, satisfechos y agradecidos por ese gran don, que con tanto amor nos ha sido otorgado.  La vida no hay que ahorrarla...  ¡HAY QUE VIVIRLA!

sábado, 5 de septiembre de 2009

¿Sabemos amar?

Necesitamos aprender a amar.
Necesitamos aprender a amar y aceptar a las personas.
Necesitamos aprender a amar y aceptar a las personas como son y no como deseamos que sean.
Necesitamos aprender a amar y aceptar a las personas aun cuando ellas nos decepcionen.
Necesitamos aprender a amar y aceptar a las personas aun cuando no representen nuestro ideal.
Necesitamos aprender a amar y aceptar a las personas aun cuando nos hieran con palabras o acciones.

Es difícil, muy difícil, pero necesitamos aprender a amar.

Necesitamos aprender a ver, escuchar y sentir con el alma.
Ver, escuchar y sentir con el alma, lo que dicen los hombros caídos, los ojos evasivos, las manos inquietas y las palabras superficiales, la sonrisa fingida, la alegría simulada y la vanagloria exagerada de los que nos rodean.
Ver, escuchar y sentir con el alma, la angustia, la inseguridad, la soledad, el dolor de nuestro prójimo.

Es difícil, muy difícil, pero necesitamos aprender a amar y a perdonar.

Porque el verdadero amor perdona, echa fuera las tristezas y cura las cicatrices que las situaciones descritas pueden haber grabado en nuestro corazón. Porque el amor perdona y no alimenta heridas, no cultiva ofensas, olvida y extingue todo el dolor.

Es difícil, muy difícil, pero necesitamos aprender paso a paso, a amar, aceptar y perdonar a las personas.

Descubramos el valor que se encuentra dentro de cada vida, de todas las vidas.  Valores que han sido enterrados por el rechazo, la falta de comprensión, cariño y aceptación.  Valores que se han perdido por las experiencias duras vividas a lo largo de los años.

Necesitamos aprender a ver, escuchar y sentir las personas con el alma, las posibilidades que Dios le dio a nuestro prójimo.

Necesitamos aprender, pero ¡Es lento el aprendizaje! ¡Es difícil!
Necesitamos aprender entre tropiezos y errores.
Necesitamos aprender a amar, aceptar y perdonar a nuestros hermanos como Dios nos ama a nosotros.

Nosotros no somos como Dios desea que seamos, lo decepcionamos, nos apartamos de Su ideal, lo herimos y sin embargo, El nos ama incondicionalmente y nos perdona.

Necesitamos aprender a amar y perdonar a nuestro prójimo como El Señor nos ama y perdona a nosotros.

Mateo 5:44
Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, y oren por quienes los persiguen.

Lucas 6:27
Pero a ustedes que me escuchan les digo: Amen a sus enemigos, hagan bien a quienes los odian.

Lucas 6:35
Ustedes deben amar a sus enemigos, y hacer bien, y dar prestado sin esperar nada a cambio. Así será grande su recompensa, y ustedes serán hijos del Dios altísimo, que es también bondadoso con los desagradecidos y los malos.

Lucas 7:47
Por esto te digo que sus muchos pecados son perdonados, porque amó mucho; pero la persona a quien poco se le perdona, poco amor muestra.

Lucas 10:25-37
Un maestro de la ley fue a hablar con Jesús, y para ponerlo a prueba le preguntó: Maestro, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna? Jesús le contestó: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué es lo que lees? El maestro de la ley contestó: Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y ama a tu prójimo como a ti mismo. Jesús le dijo: Has contestado bien. Si haces eso, tendrás la vida. Pero el maestro de la ley, queriendo justificar su pregunta, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo? Jesús entonces le contestó: Un hombre iba por el camino de Jerusalén a Jericó, y unos bandidos lo asaltaron y le quitaron hasta la ropa; lo golpearon y se fueron, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote pasaba por el mismo camino; pero al verlo, dio un rodeo y siguió adelante. También un levita llegó a aquel lugar, y cuando lo vio, dio un rodeo y siguió adelante. Pero un hombre de Samaria que viajaba por el mismo camino, al verlo, sintió compasión. Se acercó a él, le curó las heridas con aceite y vino, y le puso vendas. Luego lo subió en su propia cabalgadura, lo llevó a un alojamiento y lo cuidó. Al día siguiente, el samaritano sacó el equivalente al salario de dos días, se lo dio al dueño del alojamiento y le dijo: Cuide a este hombre, y si gasta usted algo más, yo se lo pagaré cuando vuelva. Pues bien, ¿cuál de esos tres te parece que se hizo prójimo del hombre asaltado por los bandidos? El maestro de la ley contestó: El que tuvo compasión de él. Jesús le dijo: Pues ve y haz tú lo mismo.

Juan 3:16
Pues Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna.

Juan 13:34-35
Les doy este mandamiento nuevo: Que se amen los unos a los otros. Así como yo los amo a ustedes, así deben amarse ustedes los unos a los otros. Si se aman los unos a los otros, todo el mundo se dará cuenta de que son discípulos míos.

Juan 15:9
Yo los amo a ustedes como el Padre me ama a mí; permanezcan, pues, en el amor que les tengo.

Juan 15:12
Mi mandamiento es este: Que se amen unos a otros como yo los he amado a ustedes.

1 Corintios 13
Si hablo las lenguas de los hombres y aun de los ángeles, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido. Y si tengo el don de profecía, y entiendo todos los designios secretos de Dios, y sé todas las cosas, y si tengo la fe necesaria para mover montañas, pero no tengo amor, no soy nada. Y si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y aun si entrego mi propio cuerpo para tener de qué enorgullecerme, pero no tengo amor, de nada me sirve. Tener amor es saber soportar; es ser bondadoso; es no tener envidia, ni ser presumido, ni orgulloso, ni grosero, ni egoísta; es no enojarse ni guardar rencor; es no alegrarse de las injusticias, sino de la verdad. Tener amor es sufrirlo todo, creerlo todo, esperarlo todo, soportarlo todo. El amor jamás dejará de existir. Un día el don de profecía terminará, y ya no se hablará en lenguas, ni serán necesarios los conocimientos. Porque los conocimientos y la profecía son cosas imperfectas, que llegarán a su fin cuando venga lo que es perfecto. Cuando yo era niño, hablaba, pensaba y razonaba como un niño; pero al hacerme hombre, dejé atrás lo que era propio de un niño. Ahora vemos de manera indirecta, como en un espejo, y borrosamente; pero un día veremos cara a cara. Mi conocimiento es ahora imperfecto, pero un día conoceré a Dios como él me ha conocido siempre a mí. Tres cosas hay que son permanentes: la fe, la esperanza y el amor; pero la más importante de las tres es el AMOR.

martes, 1 de septiembre de 2009

La vida según Quino

“Pienso que la forma en la que la vida fluye está mal.  Debería ser al revés: Uno debería morir primero, para salir de eso de una vez.

Luego, vivir en un asilo de ancianos hasta que te saquen cuando ya no eres tan viejo para estar ahí.  Entonces empiezas a trabajar, trabajar por cuarenta años hasta que eres lo suficientemente joven para disfrutar tu jubilación.  Luego fiestas, parrandas, drogas, alcohol. Diversión, amantes, novios, novias, todo, hasta que estás listo para entrar a la secundaria…

Después pasas a la primaria y eres un niño que se la pasa jugando sin responsabilidades de ningún tipo.

Luego pasas a ser en bebé, y vas de nuevo al vientre materno y ahí pasas los mejores y últimos nueve meses de tu vida flotando en un líquido tibio, hasta que tu vida se apaga en un tremendo orgasmo…

¡Eso sí es vida!”

Quino (atribuído)

lunes, 31 de agosto de 2009

18 verdades jocosas

  1. Para evitar hijos, haga el amor con las cuñadas. ¡Solo nacen sobrinos!
  2. Todos los hongos son comestibles. Algunos solo una vez.
  3. Sea amable con sus hijos. Son ellos los que van a elegir el geriátrico.
  4. Nací pelado, desnudo y sin dientes. ¡Todo lo que venga, es lucro!
  5. Los amigos vienen y van, los enemigos se acumulan…
  6. Si el amor es ciego, es necesario palpar.
  7. Si la mujer fuese buena,Dios tendría una. Y si fuese de confianza, el diablo no tendría cuernos.
  8. El pan se quema, la leche se corta, y la mujer se embaraza porque no se sacan a tiempo.
  9. Algunos hombres aman tanto a sus mujeres, que para no gastarlas prefieren usar las de los amigos.
  10. Peor que una piedra en el zapato es un grano de arena en el preservativo.
  11. Si un día te sientes inútil o deprimido, recuerda esto: ¡hubo un día en que fuiste el espermatozoide más rápido del grupo!
  12. Los trabajadores más inútiles son sistemáticamente promovidos para el lugar donde pueden causar menos daños: la jefatura.
  13. Los jefes son como las nubes, cuando desaparecen queda un día lindo.
  14. ¿Qué lleva a los hombres a perseguir mujeres con las que no tienen intención de casarse? El mismo impulso que lleva a los perros a perseguir coches que no tienen intención de conducir.
  15. Las jerarquías militares son como los estantes, cuanto más altas ¡más inútiles!
  16. Tu futuro depende de tus sueños. No pierdas tiempo... anda a dormir.
  17. El amor es como la gripe: se pesca en la calle y se cura en la cama.
  18. Los hombres mentirían mucho menos, si las mujeres no preguntasen tanto.

jueves, 27 de agosto de 2009

Los hermanos y el río

Esta es la historia de un par de hermanos que vivieron juntos y en armonía por muchos años.

Ellos vivían en granjas separadas pero un día cayeron en un conflicto, este fue el primer problema serio que tenían en 40 años de cultivar juntos hombro a hombro, compartiendo maquinaria e intercambiando cosechas y bienes en forma continua; comenzó con un pequeño malentendido y fue creciendo hasta que explotó en un intercambio de palabras amargas seguido de semanas de silencio.

Una mañana alguien llamó a la puerta de Luis. Al abrir la puerta, encontró a un hombre con herramientas de carpintero

-"Estoy buscando trabajo por unos días", dijo el extraño, "quizás usted requiera algunas pequeñas reparaciones aquí en su granja y yo pueda ser de ayuda en eso".

"Sí", dijo Luis, el mayor de los hermanos. "Tengo un trabajo para usted: Mire al otro lado del arroyo, en aquella granja vive mi vecino, bueno, de hecho es mi hermano menor. La semana pasada había una hermosa pradera entre nosotros pero él desvío el cauce del arroyo para que quedara entre ambos. Él pudo haber hecho esto para enfurecerme, pero le voy a hacer una mejor. ¿Ve usted aquella pila de desechos de madera junto al granero? Quiero que construya una cerca de dos metros de alto, no quiero verlo nunca más."

-"Creo que comprendo la situación", asintió el carpintero.

El hermano mayor ayudó al carpintero a reunir todos los materiales y dejó la granja por el resto del día para ir por provisiones al pueblo. Cerca del ocaso, cuando el granjero regresó, el carpintero justo había terminado su trabajo. El granjero quedó con los ojos completamente abiertos, su quijada cayó…

No había ninguna cerca de dos metros. En su lugar había un puente que unía las dos granjas a través del arroyo. Era una fina pieza de arte, con todo y pasamanos.

En ese momento, su vecino, su hermano menor, vino desde su granja y abrazando a su hermano mayor le dijo:
-"Eres un gran tipo, mira que construir este hermoso puente después de lo que he hecho y dicho".

Estaban en su reconciliación los dos hermanos, cuando vieron que el carpintero tomaba sus herramientas.
-"No, espera". "Quédate unos cuantos días tengo muchos proyectos para ti", le dijo el hermano mayor al carpintero.
-"Me gustaría quedarme", dijo el carpintero, "pero tengo muchos puentes por construir".

Muchas veces dejamos que los malentendidos o enojos nos alejen de la gente que queremos, muchas veces permitimos que el orgullo se anteponga a los sentimientos, aprende a perdonar y valora lo que tienes; recuerda que perdonar no cambia en nada el pasado pero si el futuro.

No guardes rencores ni sentimientos de amargura que solo te lastiman, te alejan de Dios y de las personas que te quieren, aprende a ser feliz y disfruta de las maravillas que Dios ha creado; Él te ama y desea que tengas una vida dichosa, llena de amor y armonía.

sábado, 13 de junio de 2009

Sabios consejos

  • Observa el amanecer por lo menos una vez al año.
  • Estrecha la mano con firmeza, y mira a la gente de frente a los ojos.
  • Ten un buen equipo de música.
  • Elige a un socio de la misma manera que elegirías a un compañero de tenis: busca que sea fuerte donde vos sos débil y viceversa.
  • Desconfía de los fanfarrones: nadie alardea de lo que le sobra.
  • Recuerda los cumpleaños de la gente que te importa.
  • Evita a las personas negativas; siempre tienen un problema para cada solución.
  • Maneja autos que no sean muy caros, pero date el gusto de tener una buena casa.
  • Nunca existe una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión.
  • No hagas comentarios sobre el peso de una persona, ni le digas a alguien que está perdiendo el pelo. Ya lo sabe.
  • Recuerda que se logra más de las personas por medio del estímulo que del reproche (dile al débil que es fuerte y lo verás hacer fuerza).
  • Anímate a presentarte a alguien que te cae bien simplemente con una sonrisa y diciendo: Mi nombre es fulano de tal; todavía no nos han presentado.
  • Nunca amenaces si no estás dispuesto a cumplir.
  • Muestra respeto extra por las personas que hacen el trabajo más pesado.
  • Haz lo que sea correcto, sin importar lo que otros piensen.
  • Dale una mano a tu hijo cada vez que tengas la oportunidad. Llegará el momento en que ya no te dejará hacerlo.
  • Aprende a mirar a la gente desde sus sandalias y no desde las tuyas.
  • Ubica tus pretensiones en el marco de tus posibilidades. Recuerda el viejo proverbio: Sin deudas, sin peligro.
  • No hay nada más difícil que responder a las preguntas de los necios.
  • Aprende a compartir con los demás y descubre la alegría de ser útil a tu prójimo. (El que no vive para servir, no sirve para vivir).
  • Concurre a tus compromisos a tiempo. La puntualidad es el respeto por el tiempo ajeno.
  • Confía en Dios, pero cierra tu auto con llave.
  • Recuerda que el gran amor y el gran desafío incluyen también 'el gran riesgo'.
  • Nunca confundas riqueza con éxito.
  • No pierdas nunca el sentido del humor y aprende a reírte de tus propios defectos.
  • No esperes que otro sepa lo que quieres si no lo dices.
  • Aunque tengas una posición holgada, haz que tus hijos paguen parte de sus estudios.
  • Haz dos copias de las fotos que saques y envíalas a las personas que aparezcan en las fotos.
  • Trata a tus empleados con el mismo respeto con que tratas a tus clientes.
  • No olvides que el silencio es a veces la mejor respuesta.
  • No deseches una buena idea porque no te gusta de quien viene.
  • Nunca compres un colchón barato: nos pasamos la tercera parte nuestra vida encima de él.
  • No confundas confort con felicidad.
  • Nunca compres nada eléctrico en una feria artesanal.
  • Escucha el doble de lo que hablas (por eso la Naturaleza nos dio dos oídos y una sola boca).
  • Cuando necesites un consejo profesional, pídelo  a profesionales y no a amigos.
  • Aprende a distinguir quiénes son tus amigos y quiénes son tus enemigos.
  • Nunca envidies: la envidia es el homenaje que la mediocridad le rinde al talento.
  • Recuerda que la felicidad no es una meta sino un camino: disfruta mientras lo recorres.
  • Si no quieres sentirte frustrado, no te pongas metas imposibles. 

jueves, 15 de enero de 2009

El Cofre Encantado

Reyes y sabios convivían en la antigüedad. Había un sabio en particular que ocupaba el pensamientos de muchos porque se decía que guardaba un cofre encantado que tenía un gran secreto. Un secreto, que la persona que lo aplicara, podía hacer triunfador en todos los aspectos de la vida y ser el hombre más feliz del mundo. Muchos reyes le ofrecían poder y dinero para obtener el cofre y nunca lo consiguieron

Un día llego ante el sabio un joven y dijo: Señor, Quiero ser inmensamente feliz y vengo a verlo para aprender a conseguir la felicidad.

El sabio, al ver la pureza del joven, respondió: A ti te daré el secreto para ser feliz. Ven conmigo y presta mucha atención. En realidad son dos cofres donde guardo el secreto para ser feliz y estos son: mi mente y mi corazón, y el gran secreto no es otro que una serie de pasos que debes seguir a lo largo de tu vida. Lo primero es que a la vida hay que disfrutarla cada día. Tu único punto de poder es el momento actual. Si quieres mover la silla en la que estas sentado, solo puedes hacerlo en el presente.

El segundo punto es quererte a ti mismo. Aceptarte tal como estas en este momento, en cualquier circunstancia. Las cosas son como son, pero como serán en el futuro dependen de ti mismo. Establece un plan de acción para llegar a donde quieres ir. El fracaso es la negativa a establecer un plan y trabajar para su cumplimiento, sean cuales sean los obstáculos a superar.

Poner en práctica todo lo que dices que eres. Eso indica que si piensas que eres inteligente, actúa inteligentemente. Si piensas que eres capaz, haz lo que te propones. Fija metas en tu vida y lucha por ellas hasta lograrlas. Esto se llama motivación. No debes envidiar a nadie por lo que tiene o por lo que es. Ellos alcanzan su meta, lo que se proponen mientras que tu logras las tuyas. No debes albergar en tu corazón rencor hacia nadie. Ese sentimiento no te dejara ser feliz. Perdona y olvida.

Cuando el objetivo se te escape por poco, no pienses que has fallado, sino que debes corregir la puntería. Solo fracasas cuando abandonas, buscas excusas o mueres. Como paso final, levántate siempre con una sonrisa en tus labios, observa a tu alrededor y descubre lo bueno que hay en cada cosa. Ayuda a los demás sin esperar nada a cambio. Ahora simplemente ve y se feliz!!!