domingo, 7 de diciembre de 2008

La caverna

Cuenta la leyenda que una mujer pobre con su hijo en los brazos, pasando delante de una caverna escuchó una voz misteriosa que allá adentro le decia: "Entra y toma todo lo que desees, pero no te olvides de lo principal. Pero recuerda algo: despues que salgas, la puerta se cerrará para siempre. Por lo tanto, aprovecha la oportunidad, pero no te olvides de lo principal"

La mujer entró en la caverna y encontró muchas riquezas. Fascinada por el oro y por las joyas, puso a su hijo en el piso y empezo a juntar, ansiosamente, todo lo que podía en su delantal. La voz misteriosa hablo nuevamente. "Tienes solo ocho minutos"

Agotados los ocho minutos, la mujer cargada de oro y piedras preciosas, corrió hacia afuera de la caverna y la puerta se cerró con un estruendo. Recordó entonces, que su hijo estaba aún dentro y la puerta se había cerrado para siempre.

La riqueza duró poco y la desesperacion... para el resto de su vida.

sábado, 25 de octubre de 2008

El Narciso

Mi hija me había telefoneado varias veces, para decirme: "Mamá, tienes que venir a ver los narcisos antes de que se acaben." Yo deseaba ir, pero era un camino de dos horas desde Laguna hasta Lake Arrowhead. "Iré este martes", le prometí con cierta renuencia, cuando llamó por tercera vez. El martes amaneció frío y lluvioso. Sin embargo, había yo prometido, y manejé hasta allá a regañadientes. Cuando finalmente entré a la casa de Carolina, los gozosos sonidos de niños felices me dieron la bienvenida. Encantada, abracé y saludé a mis nietos. "¡Olvida los narcisos, Carolina! ¡El camino está invisible con estas nubes y esta niebla, y no hay nada en este mundo, excepto tú y estos pequeños, que yo desee ver tanto como para manejar una pulgada más!"

Mi hija sonrió calmadamente y dijo: "Nosotros manejamos en estas condiciones todo el tiempo, Mamá." "Bueno", le aseguré, "no me harás volver al camino sino hasta que aclare, y entonces ¡será para encaminarme a mi casa!" "Pero, primero, vamos a ver los narcisos. Son sólo unas pocas cuadras," dijo Carolina. "Yo manejaré, estoy acostumbrada a esto." "Carolina", dije firmemente, "por favor." "No te preocupes, Mamá, todo está bien, te lo aseguro. Nunca te perdonarías haberte perdido esta experiencia."

Después de unos veinte minutos, doblamos a un angosto camino de grava y vimos un pequeño templo. Al otro lado del templo, vi un letrero hecho a mano, con una flecha, que decía: "Jardín de Narcisos." Salimos del carro, cada una tomó a un pequeño de la mano, y yo seguí a Carolina por el sendero. Entonces, al doblar una curva, miré y quedé boquiabierta. Delante de mí estaba la vista más gloriosa.

Parecía como si alguien hubiera tomado una enorme tina de oro y la hubiera derramado sobre la cumbre del monte y sus laderas. Las flores estaban plantadas en majestuosos diseños arremolinados, grandes fajas y tiras de un anaranjado intenso, blanco cremoso, amarillo cetrino, salmón rosa, azafranado y amarillo mantequilla. Cada variedad de diferente color estaba plantada en grandes grupos, de tal manera que se arremolinaban y ondulaban como un solo río, con su propio y único matiz. Había cinco acres de flores, unas dos hectáreas y media. "¿Quién hizo esto?", le pregunté a Carolina. "Una mujer nada más", me respondió Carolina. "Ella vive en este terreno. Ésa es su casa." Carolina señaló una casa bien cuidada con una estructura en A, pequeña y modestamente asentada en medio de toda esa gloria. Caminamos hasta la casa.

En el patio, vimos un letrero. "Respuestas a las Preguntas que Yo Sé que Estás Haciendo", decía el encabezado. La primera respuesta era una sencilla: "50, 000 bulbos." La segunda respuesta era: "Uno a la vez, por una mujer. Dos manos, dos pies y un cerebro." La tercera respuesta era: "Comenzó en 1958." Para mí, ese momento fue una experiencia-que-cambia-la-vida. Pensé en esta mujer a quien nunca había conocido, quien, hacía más de cuarenta años había empezado a traer, un bulbo cada vez, su visión de belleza y gozo a una obscura cima de un monte. Plantando un bulbo cada vez, año tras año, esta mujer desconocida había cambiado para siempre el mundo en que vivía. Un día cada vez, ella había creado algo de extraordinaria magnificencia, belleza e inspiración. El principio que su Jardín de Narcisos enseñó es uno de los grandes principios para celebrar.

Esto es, aprender a movernos hacia nuestras metas y deseos un paso cada vez -a menudo tan sólo un pasó de bebé cada vez- y aprender a amar el hacer, aprender a usar la acumulación de tiempo. Cuando multiplicamos minúsculos espacios de tiempo con pequeños incrementos de esfuerzo diario, encontraremos que podemos realizar cosas magníficas. Podemos cambiar el mundo. "Me pone triste, en cierto modo", admití a Carolina. "¿Qué hubiese yo logrado si yo hubiese pensado en una meta maravillosa hace unos treinta y cinco o cuarenta años, y hubiese yo trabajado esa meta 'un bulbo cada vez' a través de todos esos años? ¡Nada más piensa en lo que yo hubiera realizado!" Mi hija resumió el mensaje del día en su manera directa usual: "Empieza mañana", dijo. Ella estaba en lo cierto. Es tan sin sentido pensar en las horas perdidas del ayer. La manera de hacer el aprendizaje una lección de fiesta en vez de una causa de pesar es preguntar nada más: "¿Cómo puedo usar esto hoy?"

Usa el Principio Narciso. No esperes: Hasta que tu carro o tu casa estén pagados. Hasta que consigas un nuevo carro o casa. Hasta que termines la escuela. Hasta que regreses a la escuela. Hasta que limpies tu casa. Hasta que organices tu cochera. Hasta que limpies tu escritorio. Hasta que bajes cinco kilos. Hasta que subas cinco kilos. Hasta que te cases. Hasta que te divorcies. Hasta que tengas niños. Hasta que los niños vayan a la escuela. Hasta que tus hijos se vayan de la casa. Hasta que te retires. Hasta la primavera. Hasta el verano. Hasta el otoño. Hasta el invierno. Hasta que mueras

No hay mejor tiempo que ahora para ser feliz. La felicidad es un viaje, no un destino. Así, trabaja como si no necesitaras dinero. Ama como si nunca hubieras sido lastimado. Danza como si nadie te estuviera mirando. Te deseo un día precioso, un día narciso. No tengas miedo de que tu vida termine, ten miedo de que no comience. --Anónimo--

miércoles, 22 de octubre de 2008

Estrellas de mar

Se cuenta que en cierta ocasión la marea sacó a la playa miles y miles de estrellas de mar vivas. Una mujer con mucha sensibilidad y amor a las criaturas de Dios comenzó a recoger una por una cuantas estrellas podía, y una por una las devolvía al mar para evitar que murieran. Entonces alguien se le acercó y le dijo: "¿Para qué se molesta? ¡No vale la pena! ¿No ve que son miles y usted no podrá devolver sino unas cuantas al mar?" La mujer no dijo nada en ese momento. Sólo recogió otra estrella más y la devolvió al agua. Entonces comentó: "Para esa estrella de mar, sí valió la pena mi esfuerzo".

El mensaje de esta historia es que no siempre podremos cambiar a todo el mundo; pero podremos cambiar una porción de él. Que tal vez no podamos cambiar a toda la empresa, pero que tal vez logremos cambiar a una unidad. Que tal vez no podamos cambiar a todo nuestro departamento, pero tal vez logremos cambiar a una persona. Y entonces, por esa sola persona, nuestro esfuerzo habrá valido la pena.

domingo, 19 de octubre de 2008

La semilla de la honestidad

Se cuenta que allá por el año 250 AC., en la China antigua, un príncipe de la región norte del país estaba por ser coronado emperador, pero de acuerdo con la ley, él debía casarse. Sabiendo esto, él decidió hacer una competencia entre las muchachas de la corte para ver quién sería digna de su propuesta.Al día siguiente, el príncipe anunció que recibiría en una celebración especial a todas las pretendientes y lanzaría un desafío.

Una anciana que servía en el palacio hacía muchos años, escuchó los comentarios sobre los preparativos. Sintió una leve tristeza porque sabía que su joven hija tenía un sentimiento profundo de amor por el príncipe. Al llegar a la casa y contar los hechos a la joven, se asombró al saber que ella quería ir a la celebración. Sin poder creerlo le preguntó: _"¿ Hija mía, qué vas a hacer allá? Todas las muchachas más bellas y ricas de la corte estarán allí. Sácate esa idea insensata de la cabeza. Sí que debes estar sufriendo, pero no hagas que el sufrimiento se vuelva locura."

Y la hija respondió: -"No, querida madre, no estoy sufriendo y tampoco estoy loca. Yo si se que jamás sería escogida, pero es mi oportunidad de estar por lo menos por algunos momentos cerca del príncipe. Esto me hará feliz." Por la noche la joven llegó al palacio. Allí estaban todas las muchachas más bellas, con las más bellas ropas, con las más bellas joyas y con las más determinadas intenciones. Entonces, finalmente, el príncipe anunció el desafío: La propuesta del príncipe seguía las tradiciones de aquél pueblo, que valoraba mucho la especialidad de cultivar algo, fueran: costumbres, amistades, relaciones, etc.

El tiempo pasó y la dulce joven, como no tenía mucha habilidad en las artes de la jardinería, cuidaba con mucha paciencia y ternura de su semilla, pues sabía que si la belleza de la flor surgía como su amor, no tendría que preocuparse con el resultado. Pasaron tres meses y nada brotó. La joven intentó todos los métodos que conocía pero nada había nacido. Día tras día veía más lejos su sueño, pero su amor era más profundo. Consciente de su esfuerzo y dedicación la muchacha le comunicó a su madre que sin importar las circunstancias ella regresaría al palacio en la fecha y hora acordadas sólo para estar cerca del príncipe por unos momentos. En la hora señalada estaba allí, con su vaso vacío

Todas las otras pretendientes tenían una flor, cada una más bella que la otra, de las más variadas formas y colores. Ella estaba admirada. Nunca había visto una escena tan bella. Finalmente llegó el momento esperado y el príncipe observó a cada una de las pretendientes con mucho cuidado y atención. Después de pasar por todas, una a una, anunció su resultado. Aquella bella joven sería su futura esposa. Y señaló la del vaso vacío. Todos los presentes tuvieron las más inesperadas

Entonces, con calma el príncipe explicó: -"Esta fue la chica que cultivó la flor que la hizo digna de convertirse en emperatriz: la flor de la honestidad. Todas las semillas que entregué eran estériles." Si para vencer estuviera en juego tu honestidad, pierde!. Serás así un vencedor.

miércoles, 27 de agosto de 2008

El vestido de algodón barato

Una mujer en un desteñido vestido de algodón barato y su esposo, vestido con un raído traje, se bajaron del tren en Boston, y caminaron tímidamente sin tener una cita a la oficina de la secretaria de Presidente de la Universidad deHarvard. La secretaria adivinó en un momento que esos venidos de los bosques, campesinos, no tenían nada que hacer en Harvard y probablemente no merecían estar en Cambridge. 'Desearíamos ver al presidente' dijo suavemente el hombre. 'Él estará ocupado todo el día' barbotó la secretaria. 'Esperaremos' replicó la mujer.

Por horas la secretaria los ignoró, esperando que la pareja finalmente se desanimara y se fuera. Ellos no lo hicieron, y la secretaria vió aumentar su frustración y finalmente decidió interrumpir al presidente, aunque era una tarea que ella siempre esquivaba. 'Tal vez si usted conversa con ellos por unos minutos, se irán' le dijo. El hizo una mueca de desagrado y asintió. Alguien de su importancia obviamente no tenía el tiempo para ocuparse de ellos, y el detestaba los vestidos de algodón barato y los raídos trajes en la oficina de su secretaria. El presidente, con el ceño adusto y con dignidad, se dirigió con paso arrogante hacia la pareja.

La mujer le dijo 'Tuvimos un hijo que asistió a Harvard por solo un año. El amaba a Harvard. Era feliz aquí. Pero hará un año, murió en un accidente. Mi esposo y yo deseamos levantar un memorial para el, en alguna parte del campus'. El presidente no se interesó. El estaba en shock. 'Señora', dijo ásperamente, 'no podemos poner una estatua para cada persona que asista a Harvard y fallezca. Si lo hiciéramos, este lugar parecería un cementerio.'

'Oh no', explicó la mujer rápidamente. 'No deseamos erigir una estatua. Pensamos que nos gustaría donar un edificio a Harvard'. El presidente entornó sus ojos. Echó una mirada al vestido de algodón barato y al traje raído, y entonces exclamó 'Un edificio! ¿Tienen alguna remota idea de cuanto cuesta un edificio? ¡Hemos gastado más de siete millones y medio de dólares en los edificios aquí en Harvard!'

Por un momento la mujer quedó en silencio. El presidente estaba feliz. Tal vez se podría deshacer de ellos ahora. La mujer se volvió a su esposo y dijo suavemente '¿eso es todo lo que cuesta iniciar una universidad? ¿Por qué no iniciamos la nuestra?' Su esposo asintió. El rostro del presidente se oscureció en confusión y desconcierto.

El Sr. Leland Stanford y su esposa se pararon y se fueron, viajando a Palo Alto, California, donde establecieron la universidad que lleva su nombre, la Universidad Stanford, en memoria de un hijo del que Harvard no se interesó.

Ver: La historia oficial que publica la Universidad de Stanford

lunes, 25 de agosto de 2008

La caja dorada

La historia cuenta que hace algún tiempo una navidad un hombre puso a prueba a su novia y mujer ideal , haciéndole ver que estaban mal de dinero y no se podía comprar todo lo que ella quería y se merecía. Ella se molestó y discutieron mucho por ello.

Unos días después, él puso una cajita envuelta en papel dorado debajo del árbol de navidad. Sin embargo, la mañana de navidad, el le entregó a su novia la cajita dorada , diciendo: Esto es para ti, amor.

La novia se sintió avergonzada por haberse molestado tanto la noche anterior. Pensando que no tendría ningún regalo, pero su molestia resurgió de nuevo cuando comprobó que la caja estaba vacía, y le dijo en tono molesto: ¿No sabe usted, caballero, que cuando uno da un regalo debe
haber algo dentro del paquete?

El se giró con lágrimas en los ojos para responder Pero mi amor, no está vacía. Le puse besitos hasta que se llenó. Ella entonces, conmovida, abrazó a su novio y pidió que la perdonara su horrible manera de proceder.

Un tiempo después, un accidente se llevó la vida de este hombre y ella conservó la cajita dorada junto a su cama por el resto de su vida. Cuando se sentía sola y desanimada, metía su mano en la caja y sacaba un beso imaginario de él.

En cierto sentido, todos nosotros hemos recibido una cajita dorada llena de amor incondicional y besitos , del amor de tu vida , familia, amigos...

lunes, 28 de julio de 2008

Monologo de un hijo de una madre trabajadora

Yo soy un hombre de bien que fuí criado por una valiosa mujer y a pesar de lo que mucha gente dice y piensa que si la madre no esta en casa todo el día los hijos no salen bien; pues yo soy un hijo de una buena mujer y ahora a pesar de sus múltiples ocupaciones soy una persona de bien

Mi mama como muchas otras mujeres debían trabajar tenia esa necesidad debía apoyar a mi papa para poder tener un mejor futuro para sus hijos: Se levantaba muy temprano para arreglarse y prepararse para salir de casa antes tenia que arreglarme también a mi preparar las cosas que tenia que llevar … que la leche, los pañales, las medicinas que me tenían que dar …

Salía todos los días a lidiar con el trafico matutino y si yo lloraba en el camino imaginate el stress y todavía dicen mujer al volante peligro constante.. Quisiera ver algún hombre manejando y al mismo tiempo con un bebe batallar..

Hay que llegar temprano a casa de mi abuelita que es el ángel que le ayuda a mama, si así le dolía dejarme todo el día no quiero pensar lo que sienten las mamas que tienen que dejar a sus niños con alguien que no conocen y no saben como los van a cuidar. En fin hay que esconderse para que el niño no vaya a llorar estoy seguro que al irse no podía evitar una lagrimilla derramar …

Ya en el trabajo además de las tensiones de la oficina las preocupaciones de cómo mi hijo estará la mitad de su alma se quedó en la casa de la abuela o en la guardería según el caso se da …

Al final de la jornada de trabajo salía corriendo para llegar a su niño abrazar, llega por él y se vuelve a manejar el trafico de media tarde hay que pasar

Mi mami me tenia en una actividad algún deporte o arte me lleva mi mama para pasar el tiempo conmigo y al mismo tiempo yo aprendiera algo más, me pregunto ¿cómo tenia humor después de ir a trabajar?

Por fin llegamos a casa y pues yo tenia hambre hay que hacer de cenar y tratar de medio recoger la casa porque ya pronto llega papá. En eso llega mi papi cansado también de trabajar y le reclama a mí a mi mami por no tener reluciente su hogar talvez no se da cuenta de todo lo que hace mi mama

Mi mami se desespera y a veces no aguanta y se pone a llorar pero yo me asusto porque llora. Mi mama me abraza y me consuela se limpia las lagrimas y se traga su malestar… Es que ella no tiene derecho de enfermarse, ni de sentirse mal, no se diga de acostarse un ratito a descansar …

Ya después de darme de cenar me mete a bañar y después me lleva a acostar se queda conmigo hasta que me quedo dormido... ¡Que linda es mi mamá!

Y ya cuando estaba en la escuela que la tarea, que si me fue bien en la escuela no puedo creer como tiene tanta paciencia mi mama aunque a veces me regañe no es nada para todo lo que hace mi mama

Ya después que me quedo dormido se levanta a terminar de atender a mi papa ahora que ya soy grande digo después de todo ese día tan tedioso y cansado como era posible cumplir con las obligaciones de la vida marital …

Y al final meterse a bañar y preparar todo para el siguiente día levantarse temprano para ir a trabajar. Y todavía en las mañanas cuando me iba a despertar con un beso y una sonrisa me daba los buenos días

Esa era la jornada de mi súper mama no se como se daba tiempo para conmigo jugar y esa era la jornada simple sin contar todo lo demás que hacia mi mama que lava la ropa que el baño sucio esta que lleva al parque al niño y tantas cosas que hace mi mama

Y aunque mi papi es bueno y también la ayuda en casa sé que es imposible que él pudiera hacer todo lo que mami hace en casa y además ir a trabajar para una vida mejor poderme dar y ayudar a mi papa …

Sé que la labor de todas las madres es única y muy especial pero yo esta vez quise resaltar que mi madre además de ser madre, esposa, hija ama de casa, mujer, amiga y tantas cosas más ella tenia que lidiar con el trafico de la ciudad para todos los días al trabajo llegar.

viernes, 25 de abril de 2008

El Grafógrafo


Escribo. Escribo que escribo. Mentalmente me veo escribir que escribo y también puedo verme que escribo. Me recuerdo escribiendo ya y también viéndome que escribía. Y me veo recordando que me veo escribir y me recuerdo viéndome recordar que escribía y escribo viéndome escribir que recuerdo haberme visto escribir que me veía escribir que recordaba haberme visto escribir que escribía y que escribía que escribo que escribía. También puedo imaginarme escribiendo que ya había escrito que me imaginaría escribiendo que había escrito que me imaginaba escribiendo que me veo escribir que escribo.

Salvador Elizondo, El Grafógrafo (1970)

martes, 15 de abril de 2008

¡Sacúdete!

Un día, el burro de un campesino se cayó en un pozo. El animal lloró fuertemente por horas, mientras el campesino trataba de sacarlo sin éxito. Finalmente, el campesino decidió que el animal ya estaba viejo, el pozo seco y necesitaba ser tapado de todas formas, así que realmente no valía la pena sacar el burro.

Invitó a todos sus vecinos para que vinieran a ayudarlo. Todos tomaron una pala y empezaron a tirar tierra al pozo. El burro se dió cuenta de lo que estaba pasando y lloró desconsoladamente. Luego, para la sorpresa de todos, se tranquilizó y quedó en silencio.

Despues de unas cuantas paladas de tierra, el campesino finalmente miró al fondo del pozo y se sorprendió de lo que vio... Con cada palada de tierra, el burro estaba haciendo algo increíble... Se sacudía la tierra y daba un paso hacia arriba... mientras los vecinos seguían echando tierra encima del animal, él se sacudía y daba un paso hacia arriba.

Pronto todo el mundo vio sorprendido como el burro llegó hasta la boca del pozo, pasó por encima del borde y salió trotando...

La vida va a tirarte tierra, todo tipo de tierra... El truco para salirse del pozo es sacudírsela y dar un paso hacia arriba. Cada uno de nuestros problemas es un escalón hacia arriba.

Recordar las seis reglas para ser feliz:
  1. Liberar el corazón del odio
  2. Liberar la mente de preocupaciones
  3. Vivir sencillamente
  4. Dar más
  5. Esperar menos
  6. Tener esperanza
Disfruta la vida... ¡Sacúdete!

Versión en PPS con imágenes aqui

domingo, 3 de febrero de 2008

¿Quién empacó tu paracaídas?

Charles Plumb, era piloto de un bombardero en la guerra de Vietnam. Después de muchas misiones de combate, su avión fue derribado por un misil. Plumb se lanzó en paracaídas, fue capturado y pasó seis años en una prisión norvietnamita. A su regreso a Estados Unidos, daba conferencias relatando su odisea, y lo que aprendió en la prisión. Un día estaba en un restaurante y un hombre lo saludó.
- Hola, usted es Charles Plumb, era piloto en Vietnam y lo derribaron ¿cierto?
- Y usted, ¿cómo sabe eso? -le preguntó Plumb
- Porque yo empacaba su paracaídas. Parece que le funcionó bien, ¿verdad?

Plumb casi se ahogó de sorpresa y con mucha gratitud le respondió
-Claro que funcionó, si no hubiera funcionado, hoy yo no estaría aquí.

Estando solo, Plumb no pudo dormir esa noche, meditando: Se preguntaba "¿Cuántas veces vi en el portaviones a ese hombre y nunca le dije 'buenos días'?; yo era un arrogante piloto y él era un humilde marinero." Pensó también en las horas que ese marinero pasó en las entrañas del barco enrollando los hilos de seda de cada paracaídas, teniendo en sus manos la vida de alguien que no conocía.

Ahora, Plumb comienza sus conferencias preguntándole a su audiencia: "¿Quién empacó hoy tu paracaídas?"

Todos tenemos a alguien cuyo trabajo es importante para que nosotros podamos salir adelante. Uno necesita muchos paracaídas en el día: uno físico, uno emocional, uno mental y hasta uno espiritual.

A veces, en los desafíos que la vida nos lanza a diario, perdemos de vista lo que es verdaderamente importante y las personas que nos salvan en el momento oportuno sin que se los pidamos. Dejamos de saludar, de dar las gracias, de felicitar a alguien , o aunque sea, decir algo amable sólo porque sí.

Hoy, esta semana, este año, cada día, trata de darte cuenta quién empaca tu paracaídas, y agradécelo. Las personas a tu alrededor notarán ese gesto, y te lo devolverán empacando tu paracaídas con ese mismo afecto. Todos necesitamos de todos, por eso demuéstrales tu agradecimiento.

A veces las cosas mas importantes de la vida solo requieren de acciones sencillas. Solo una llamada, una sonrisa, un "Gracias", un "Te Quiero", un "Te Amo".